Como te extraño

Pasan los minutos, las semanas, los partidos, y cada vez es más complicada la situación en la que se encuentra el Necaxa. El fútbol no llega, los refuerzos llenos de apatía y mediocridad, parecen ya haber contagiado a los jugadores que consiguieron el ascenso y que se mataron en la cancha por conseguirlo.

Viendo tan triste espectáculo y estando en esta situación desesperante, es inevitable recordar esa brillante época en la que crecí, gocé ye me enamoré para siempre de estos colores.

Cada 15 días extraño y quisiera rogarle otra vez a mis papás que me llevaran a ver a mis rayos, viendo desde la ventana del carro como mi papá recorría una fluida Calzada de Tlalpan en la que nadie se inmutaba que habría un juego de fútbol algunos kilómetros adelante. Estar en la explanada del estadio, comprar mi bandera y que me pusieran en los cachetes uno de esos maquillajes “de a pesito” con el escudo de mi equipo. Entrar a la tribuna y escoger mi asiento entre una de esas 90mil opciones libres que cada 15 días disfrutaban ver como el Necaxa ganaba sus partidos de local.

Extraño esos sábados frente a la televisión esperando ansioso que terminara el jugo del Toluca para que por fin dieran las 5 de la tarde y pudiera ver a mis rayos desde mi casa, pero siempre con el corazón en el estadio con ellos.

Como anhelo ver a Don Julio Sotelo sonar su sirena desde el especial bajo y organizando todas las porras de “La Oficial”, mientras el rayo mayor hacía lo propio con “La Super” desde el especial alto soplando su concha de caracol que no se dejaba intimidar por la sirena y que juntos hacía un ruido ensordecedor apoyando a los rayos. No menos ruidoso era el comando saltando y alentando al equipo desde la cabecera los 90 minutos de cada juego.

Como extraño ver nuestra portería resguardad con gran seguridad por ese gran portero con el número “I” en la espalda, al “Picas” destrozando los ataques de todo aquel que tuviera la absurda idea de hacernos un gol, al ratón más rápido del mundo explotar con el balón por la banda derecha para mandar un centro que nuestro goleador histórico mandara al fondo de la portería con un cabezazo como solo él sabía dar mientras la coleta de nuestro gran capitán caía sobre la espalda de esa eterna playera número 7.

Como extraño esos tiempos gloriosos, esa época triunfal, como te extraño mi Necaxa... mis rayos del Necaxa.

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Carta a los Reyes Magos

Queridos Reyes Magos:

Este 2010 que terminó me porté muy bien. Vi mucho futbol por todos lados, seguí a mis equipos cada que se podía y hasta me paraba a las 6 de la mañana para ver el mundial. Por todo esto, decidí escribirles esta carta pidiéndoles mis regalos para este año.

Para este Clausura 2011, quiero que me traigan 26 puntos para dejar de preocuparme por el descenso y mejor pensar en una liguilla. A cambio les puede ofrecer un rico caldo de gallo, un abrigo de piel de zorro para que no tengan frío en las noches, o hasta un potro para que ya tengan otro animal que cargue los regalos.

Para la Premier, también quiero muchos puntos para el Liverpool para poder llegar al menos a posiciones de Champions, si se puede un cambio de DT en los próximos días, y ya abusando de su buena voluntad que Manchester United no quede campeón, ya es bastante molesto como nos saturan del chícharo con cada gol que mete, sería insoportable que salieran campeones.

Para nuestros talentosos comentaristas, analistas y demás gente metida en medios de comunicación pamboleros, tráiganles algunos libros, revistas o links de Internet para que lean y no se la pasen hablando de jugadores mexicanos banqueados cuando hablan de una liga como la Premier.

Para la selección quisiera ver grandes torneos en el verano. Ganar la Copa de Oro contra los gringos sería el mejor escenario, pero sería suficiente ganando el torneo y poder pensar otra vez en estar en una Copa Confederaciones. Para Copa América, quiero ver la revancha de la final de 1993 y que dejemos de vivir de derrotas dignas.

No me olvido de las chavas, para ellas traigan solo un poco de suerte. Ellas ya nos demostraron que se entregan en la cancha y que tienen fútbol para ganarle a cualquiera de los equipos más fuertes del mundo.

La siguiente petición va para mi querida Guadalajara. Y no solamente en fútbol, les pido muchos éxitos y medallas para todos nuestros atletas en los panamericanos, y que estos juegos sirvan para impulsar y sacar de la mediocridad a nuestro deporte. Si también pudieran conseguirme una oportunidad para estar unos días por allá se los agradecería.

Por último, por favor no dejen que me olvide de este blog ni que se me vaya la inspiración. Un poco de tiempo para poder escribir sería muy agradecido.

Por este año sería todo lo que quiero pedirles y espero no estar abusando de ustedes.

Con esta carta a los reyes magos regreso a estos rumbos bloggeros, esperando poder escribir con mayor frecuencia.

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